Han salido a la venta con apenas unas semanas de diferencia. Por un lado, los poemas de luz de Drexler. Por otro, la oscuridad detenida en Bunbury.
Amar la trama es un disco que está casi a la altura del mejor disco de Jorge Drexler, aquél inolvidable Eco. La poesía cuidada y el concepto musical a la vez armónico y experimental, hacen de cada tema una canción inteligente y a la vez un suspiro de belleza y sensibilidad de poco más de tres minutos. No estamos acostumbrados a los artistas que conjuguen ese sentido de la exigencia y la inspiración sin excusas ni repeticiones. Se toma en serio y con responsabilidad su trabajo. Sabe que no basta con hacer canciones. Cada tema es una ráfaga de luz inundando la habitación. Un talento desatado, en madurez, en su mejor momento. En el link, una obra maestra: toque de queda, curiosamente la menos luminosa del álbum, eso sí.
Al otro lado, Bunbury. Es cierto que su Consecuencias está más lejos de sus mejores álbumes (la maravilla de Pequeño) que en el caso de Drexler. Pero hay algo en este disco que mejora los anteriores. Una suerte de lentitud, de paz en la derrota. Hay menos estridencia y huele más a verdad que los dos discos anteriores. Eso sí: es un disco oscuro, un disco peligroso para estómagos delicados. Sin ambages ni medias tintas.
Dos trabajos muy diferentes. La luz y lo oscuro. Pocos tan interesantes nos deparará lo que queda de año. A disfrutarlos.
http://www.youtube.com/watch?v=sMv3fpKcBh8&feature=related
Amar la trama es un disco que está casi a la altura del mejor disco de Jorge Drexler, aquél inolvidable Eco. La poesía cuidada y el concepto musical a la vez armónico y experimental, hacen de cada tema una canción inteligente y a la vez un suspiro de belleza y sensibilidad de poco más de tres minutos. No estamos acostumbrados a los artistas que conjuguen ese sentido de la exigencia y la inspiración sin excusas ni repeticiones. Se toma en serio y con responsabilidad su trabajo. Sabe que no basta con hacer canciones. Cada tema es una ráfaga de luz inundando la habitación. Un talento desatado, en madurez, en su mejor momento. En el link, una obra maestra: toque de queda, curiosamente la menos luminosa del álbum, eso sí.
Al otro lado, Bunbury. Es cierto que su Consecuencias está más lejos de sus mejores álbumes (la maravilla de Pequeño) que en el caso de Drexler. Pero hay algo en este disco que mejora los anteriores. Una suerte de lentitud, de paz en la derrota. Hay menos estridencia y huele más a verdad que los dos discos anteriores. Eso sí: es un disco oscuro, un disco peligroso para estómagos delicados. Sin ambages ni medias tintas.
Dos trabajos muy diferentes. La luz y lo oscuro. Pocos tan interesantes nos deparará lo que queda de año. A disfrutarlos.
http://www.youtube.com/watch?v=sMv3fpKcBh8&feature=related
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