Con qué delicadeza
el instinto asesino encuentra su lugar
en la esquina adecuada del tiempo y el espacio,
con qué brutalidad
la ternura arrasa por sorpresa
los territorios indefensos,
con qué pasión
nuestra naturaleza
dispone de nosotros.
Seis versos entre Reno y Carson City
El tiempo es un cobarde.
Se esconde entre la niebla de los días,
como si su perfil de paciente asesino
no fuera a reflejarse
sobre el frío cristal
de nuestro miedo.
y los valientes nosotros que nos enfrentamos a él, valiente contradicción entonces. muy guapo el poema
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