-Una calle peatonal abierta al tráfico, pero según cuándo, según dónde y según cómo.
-Un carril bici destrozado, como si un ciclista para llegar de un punto A a un punto B tuviera que convenir en que la distancia más corta entre dos puntos es el caos, siempre.
-Una subida de sueldo nada más llegar, para no ser menos.
-Un conseller que, según pruebas científicas, es analfabeto.
-Por primera vez en la historia, una radio y una televisión pública cerrada, no sea cosa que siga disparada la cuota de catalán en la caja tonta, que a ver qué pasa.
-Una ley consensuada por todos los grupos politicos del Parlament y aprobada con su propio partido en el gobierno que desaparece sin más, vulnerando el Estatut d'Autonomia y poniendo el reloj de la máquina del tiempo en 1977, por ejemplo.
En pocas palabras: la ilusión y el ideal de belleza de una ciudad moderna, europea y limpia se ha desvanecido. Y una involución de 30 años de las conquistas democráticas en materia lingüística. Y todo en 67 días.
Postdata: Mientras, en algún lugar de Moncloa, el Zapatero al que había que castigar sigue anundándose con brío la corbata...
Cuanto antes queramos reconocer el brutal fracaso del capitalismo antes comenzaremos a andar.
ResponderEliminarsí, vamos pa`trás, como los cangrejos... una pena
ResponderEliminarpero de forma lenta
ResponderEliminarPor aquí ni os imagináis...Ya podría añadir varios puntos a la lista. Pero intentaré no volver a hablar de política por aquí. No me gusta. Prefiero los libros.
ResponderEliminarUn saludo a todos.