Como estoy aquí en calidad de primer lector de la novela, de lector anterior a su publicación, me ha parecido pertinente emplear para mi intervención la carta que mandé a Javier al acabar de leer su “Berghof” particular. La encontré por casualidad, cuando estaba dándole vueltas a qué contaros hoy, a cómo hablaros del libro. Y enseguida me di cuenta de que me podía servir, porque creo que traslada lo que sentía justo al terminarla, y puede que eso sea lo que se espera de mí. Así que os leo mi carta a Javier: “Buenas, Javi. Antes que nada hay que apuntar dos cosas. Por un lado, siento la necesidad de escribir sobre la novela y eso es muy buena señal. Significa que me ha hecho pensar, y además creo que hay en ella uno (o varios) debates latentes. En segundo lugar, es una novela ambiciosa, posiblemente la más ambiciosa de las que has escrito. Eso es genial y peligroso, porque hay que juzgarla como tal. Creo que, inconscientemente, no empleamos el mis