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Mostrando entradas de julio, 2011

67 días

-Una calle peatonal abierta al tráfico, pero según cuándo, según dónde y según cómo. -Un carril bici destrozado, como si un ciclista para llegar de un punto A a un punto B tuviera que convenir en que la distancia más corta entre dos puntos es el caos, siempre. -Una subida de sueldo nada más llegar, para no ser menos. -Un conseller que, según pruebas científicas, es analfabeto. -Por primera vez en la historia, una radio y una televisión pública cerrada, no sea cosa que siga disparada la cuota de catalán en la caja tonta, que a ver qué pasa. -Una ley consensuada por todos los grupos politicos del Parlament y aprobada con su propio partido en el gobierno que desaparece sin más, vulnerando el Estatut d'Autonomia y poniendo el reloj de la máquina del tiempo en 1977, por ejemplo. En pocas palabras: la ilusión y el ideal de belleza de una ciudad moderna, europea y limpia se ha desvanecido. Y una involución de 30 años de las conquistas democráticas en materia lingüística. Y todo en 67 días

Junio (Recuento)

Dos poemas más sobre el tiempo. Los parques de Londres de la mano de Eva, con su sabor a domingo que pasa sin más, como un velo transparente. Los jueves de verano por la tarde en la oficina, cuando tras los cristales todo es sol y turistas y nada parece tener mucha importancia. La prosa de Stendhal, tanto tiempo después, volviendo a tejer su red sobre tí, muy lentamente. La televisión escupiéndote a la cara mientras eres incapaz de apretar el power de una vez por todas. Roma con Javier, ardiendo, viva y desbocada, inasible. Los amigos a veces, los viejos y los nuevos amigos. Somerset House impecable, grabándose en la memoria para tu eternidad. Las canciones de sal y vino de Paco Cifuentes. La bendita desaparición del fútbol antes de que esperemos la bendita aparición del fútbol. Los versos de Corredor-Matheos. El spritz de Giovanni. El absurdo de Piccadilly y tantas cosas que te alejan de Londres y tantas que te acercan a Roma. La fe de Paloma y la fe de Lola. El Moisés de Miguel Án